El contenido político de mi blog lo podreis leer entre líneas si expongo las bondades del papel pintado para decorar, la vuelta de las hombreras a nuestros armarios o el porqué de los colores fluorescentes para nuestros complementos. Uno necesita espacios de desintoxicación política para decir gilipolleces.
Quizá mi vuelta se deba a que aún me dura la resaca de Cosmopolitan. Un cocktail estupendo pero que como recurrente "actor secundario" en Sexo en Nueva York, me ha desencadenado una descarga hormonal no-masculina que provoca que esté especialmente lascivo y cursi a la vez. Necesito sacarlo y este blog me sirve.
Ñoño y lascivo, como bailando sonrojado, dando saltitos cortos con los pies juntos y mordiéndome los labios a la vez. Un poco como este single de L-Kan... para que os movais y hasta derrameis una lagrimita.
Aprovecho para decir que soy muy fan del Blog de Santos. ¡Que sujeto!. Tal como le describió nuestro amigo Leonardo: "Santos es la persona que conozco que menos admite las gilipolleces. ¡Con lo que nos gustan a nosotras a veces!". Y ahí está, tan ricamente.